Editorial: Umbriel
Año: 2014
Autor: Annelie Wendeberg
Valoración: 7,5/10
SINOPSIS.
En el verano de 1889, cuándo un cadáver con síntomas de la enfermedad del cólera aparece flotando en los depósitos de agua de Londres, Scotland Yard solicita la ayuda del doctor Anton Kronberg, el más eminente epidemiólogo del reino. Pero el riesgo de infección no va a ser su principal problema. Primero, porque hasta el lugar se ha desplazado un detective asesor de la policía llamado Sherlock Holmes, quien de inmediato descubre su gran secreto: Anton es en realidad Anna, y el engaño acerca de su identidad caso de hacerse público, la llevaría a la cárcel. Pero sobre todo, porque tras el caso se esconde una conspiración criminal que podría hacer tambalear los cimientos de la Inglaterra victoriana.
OPINIÓN PERSONAL.
Debo reconocer que lo primero que me cautivó de esta novela fue su portada: si, ya se que no hay que juzgar un libro por su portada, pero lo siento, soy así de frívola y muchas veces me dejo llevar por las portadas bonitas. Bueno, eso y que leí en la sinopsis que aparecía en la novela Sherlock Holmes. A eso solo faltaba añadirle que la acción se desarrollaba en Londres en la época victoriana y ya no tuve dudas: tenía que leerla.
La novela es la primera parte de "Los crímenes de Kronberg", y en ella conocemos al doctor Anton Kronberg, o mejor dicho, a la doctora Anna Kronberg, que debido a la prohibición de las mujeres de ejercer, e incluso estudiar medicina, para poder dedicarse a su gran pasión, debe vivir una doble vida disfrazada de hombre.
Pero nada más cruzarse con Holmes, cuándo van a investigar la muerte de un hombre que ha aparecido muerto por el cólera en los depósitos de agua de Londres, su secreto se ve rápidamente descubierto, aunque el detective le mantiene el secreto.
" El señor Holmes me miraba fijamente con ojos entrecerrados. Su mirada pasó de mis finas manos a mis pies menudos, recorrió mi cuerpo esbelto y se detuvo en mi poco masculino rostro. Se detuvo por unos segundos en mi pecho plano y por último pasó a mi garganta, donde la ausencia de nuez de Adán se disimulaba con el cuello alto y un pañuelo. De repente, en sus ojos se encendió la luz de la comprensión y la sombra de una sonrisa revoloteó sobre su rostro mientras me dirigía un gesto de asentimiento tan discreto que era casi imperceptible."
Y juntos, detective y doctor/doctora, ponen manos a la obra para descubrir quien es el cadáver y como ha llegado allí. Lo que no pueden imaginar es que el cadáver va a ser el primero de muchos, y que la doctora es llamada por un Club de "científicos" con un gran interés por sus descubrimientos acerca de como aislar y conseguir cultivos de bacterias infecciosas.
Nos sumergimos en esta novela en el Londres victoriano mas sucio y triste. Las calles son vertederos de porquería, la gente subsiste como puede, y la pobre Ana, aparte de ejercer como médico en un hospital con muy pocos recursos, debe utilizar todos sus medios para ser una respetable señorita en su barrio, y un afamado doctor delante de sus colegas.
Una de las cosas que destacaría de esta novela son sus personajes: de Holmes lo sabemos casi todo, pero desconocemos muchas cosas acerca de su vida sentimental. En esta novela, su relación con Ana, la otra protagonista tomará un cariz más personal... y no puedo decir más.
La doctora es una persona fuerte, con un episodio muy doloroso en su pasado del que no habla con nadie, y con una gran fuerza y valentía para enfrontarse a un mundo de hombres. Narrada en primera persona por ella misma, seremos testigos de sus dificultades para esconder su verdadera naturaleza, y su imposibilidad de mantener una relación sentimental a largo plazo.
" La señor Hudson me acompañó hasta el piso de arriba y me abrió la puerta del apartamento de Holmes. Había dos hombres sentados en sendas butacas; uno era el detective, que cuándo me vio empezó a toser, expulsando nubes de humo de pipa. El otro era un hombre grueso, con bigote y una alianza en el dedo que parecía muy reciente. Ambos tenían los pies apoyados en la mesa de centro y parecían perfectamente a gusto, como buenos amigos. Deduje que e trataba de Watson. Me quite el sombrero, me acerqué a él y le ofrecí la mano."
Y si a todo lo anterior le añadimos una serie de asesinatos misteriosos, tenemos una novela con un ritmo rápido, que te atrapa desde sus primeras páginas, y con final que, aunque deja el caso cerrado, nos deja en ascuas acerca de otros temas hasta la próxima novela de la trilogía, lo que hace que todavía tenga mas ganas de leerla.
Una novela que gustará a los que gusten de novelas de misterio clásico en el Londres victoriano, y con un co-protagonista de excepción.
Muchas gracias a Umbriel por el envío del ejemplar.