Título: El gusano de seda.
Editorial: Salamandra.
Año: 2015.
Autor: Robert Galbraith
SINOPSIS.
La desaparición del novelista Owen Quine no altera demasiado a su esposa, convencida de que su marido se ha marchado a pasar unos días solo, tal como ha hecho en otras ocasiones. Por ello acude al despacho del detective privado Cormoran Strike para encargarle que encuentre a su esposo y lo lleve de vuelta a casa.
Sin embargo, Cormoran descubre que tras la ausencia de Quine hay mucho más de lo que su mujer cree. Hace poco, Owen había acaba un manuscrito en el que revelaba los secretos más comprometedores de prácticamente todos sus conocidos. Es evidente que la publicación de la novela arruinaría sus vidas, así que, en teoría, cualquiera de ellos haría lo que fuese por impedir que el libro saliera a la luz.
Y cuando la teoría se vuelve realidad con la aparición del cadáver de Quine, los acontecimientos se precipitan. Owen ha sido brutalmente asesinado, con una crueldad que Cormoran no recuerda haber visto nunca. Así pues, detener al culpable se convierte en una tarea urgente, por lo cual Cormoran Strike y Robin Ellacott, su eficaz ayudante, han de recurrir a todo su arrojo y astucia para identificar al asesino y atraparlo lo antes posible.
OPINIÓN PERSONAL.
Tuve la ocasión de leer hace un tiempo, la primera de las entregas protagonizadas por este peculiar detective, que ha nacido de la pluma de Robert Galbraith (seudónimo de J.K. Rowling como todos a estas alturas ya sabréis) Si os apetece releer la reseña, podéis hacerlo
aquí. Y recuerdo que destaqué en esa reseña, la impresión que me producía Strike: un ex combatiente de la guerra, donde perdió una pierna, me parecía (y me sigue pareciendo) el típico detective privado de las películas clásicas... y me encantan este tipo de detectives.
Tras la resolución del caso del que trata la primera novela (El canto del cuco), Strike ha conseguido unos cuantos más clientes, lo que le permite tener un poco más de solvencia económica. Sigue contando con la inestimable ayuda de Robin, su secretaria y ayudante, apasionada como él por el mundo de la investigación, cosa que no cuenta con la aprobación del prometido de Robin, Matthew, que siente una profunda antipatía por Strike, aún sin conocerle, cosa que le reporta no pocos problemas a Robin.
Pero los dos siguen trabajando en la agencia de Cormoran, cuyo trabajo se limita principalmente a hacer seguimientos a maridos o esposas de gente con mucho dinero. Aunque dicha actividad le reporta los beneficios que hace que pueda seguir manteniendo la agencia y el empleo de Robin, no son los casos que a Strike más le apetece hacer. Pero un día aparece en la oficina del detective Leonora, una mujer madura, bastante insignificante y con una posición económica que a simple vista se ve no muy boyante, que se identificada como la esposa de Owen Quine, un escritor mediocre, bastante histriónico, con aires de grandeza y poco bienvenido en los círculos literarios. Leonora cree que su marido ha acudido a un retiro literario pero es incapaz de localizarlo, pero necesita que vuelva a casa, ya que tienen una hija deficiente, y esta pregunta constantemente por su padre.
" Pese al cutis rosado, sin apenas arrugas, y el blanco limpio de sus ojos azul claro, la mujer aparentaba unos cincuenta años. Tenía el pelo entrecano, lacio y mustio, y lo mantenía apartado del rostro mediante dos pasadores de plástico. Sus ojos parpadeaban detrás de unas gafas con montura asimismo de plástico, anticuadas y exageradamente grandes. El abrigo, aunque limpio, tenía pinta de haber sido comprado en los ochenta, con hombreras y botones grandes también de plástico."
Pero a todo esto, resulta que antes de su desaparición, Owen envió a su editora un manuscrito en el que quedan retratados gran parte de la élite del mundo que le rodea: escritores, editores, representantes... si el libro de Owen sale a la luz, hay mucha gente que tendrá que dar explicaciones, y claro, como suele pasar, el libro se convierte en un secreto a voces, que casi todos han leído pero pocos reconocen haberlo hecho.
Y cuándo el cadáver de Owen aparece, y su muerte tiene mucho que ver con escenas que describe en su libro, la cosa se complica, y mucho.
Para poder solucionar el caso, Strike, junto con la inestimable ayuda de Rubin, va a verse inmerso en un mundo lleno de intrigas, mentiras, odios, sexo, engaños, en fin, en el mundo editorial del que Owen formaba parte. Y a todo esto, una tormenta de nieve sobre Londres, y la pierna ortopédica de Strike no van ayudarle demasiado en sus pesquisas, pero Strike es un detective como los de antes, de los que se patean las calles buscando pistas, y poco a poco, las va a ir encontrando.
" Strike se levantó y cogió un jersey que había dejado a los pies de la cama. Cuando se disponía a encajarse la prótesis vio que, como consecuencia de aquel viaje de ida y vuelta a Greenwich, tenía la rodilla hinchadísima. El agua de la ducha tardaba más de la cuenta en calentarse; Strike subió el termostato, pues no quería ni pensar en el frío que pasaría si se congelaban los desagües y reventaba alguna tubería, ni en la factura del fontanero".
Si me gustó el primer libro de esta pareja de detectives, este me ha gustado todavía más. La autora poco a poco va afianzándose en este género, que en mi opinión, no se le da nada mal. La novela mantiene la intriga durante toda la narración, los personajes parecen sospechosos en un momento, y al siguiente los descartamos, y encima tenemos la historia del libro de Owen: un libro dentro de otro libro.
Los protagonistas también me han parecido más trabajados, sobre todo Robin y su historia con su prometido, que en esta nueva entrega tiene más protagonista que en la anterior. De Strike, ya conocimos gran parte de su vida en la primera novela, pero tranquilos, si no la habéis leído y os apetece leer esta, se dan bastantes pistas para poder saberlo todo sin necesidad de haber leído El canto del cuco. En definitiva, he disfrutado mucho con este nuevo caso de nuestro peculiar protagonista, del ambiente frío de Londres, de las intrigas profesionales con las que nos encontramos y con los giros del argumento que hace que pienses en una solución para enseguida pensar en otra. Para los que seáis fans de las novelas de Harry Potter, veréis que el estilo de la escritora es igual de ágil y rápido de leer, aunque el argumento sea completamente distinto. En definitiva, una novela entretenida, de las que enganchan e ideal para leer en estos días calor, sentados bajo una buena sombra, y recreándonos en el frío londinense.
Por cierto, si os preguntais que tiene que ver el título con todo ésto, os lo diré sin hacer spoilers, no os preocupeis. El título del polémic libro de Owen es Bombyx mori, y ¿adivináis que significa en latín?
Muchas gracias a Salamandra por el envío del ejemplar.